3. MEDIODÍA DEL VIERNES

10:49 a.m.

Víctor apenas llegaba a la universidad cuando las vio, lado a lado frente a la puerta de entrada, cada una tan distinta de las demás; María José, Carolina y Naomi, las tres chicas lo abordaron antes de que pudiera entrar. Naomi fue la primera en hablar.

-Dile a tu amigo que no nos moleste más.

-¿Qué? - Víctor parecía divertido

María José rodó los ojos, era muy típico de él sonreír con los problemas de los demás.

-Que le digas a Gabriel que ya no nos moleste -la voz de Carolina lo sorprendió- estamos cansadas, nos sigue a todas partes.

-Claro que no.

Víctor reflexionó por un momento, Gabriel ni siquiera conocía a las chicas, lo poco que sabía de ellas él mismo se lo había contado, sabía sus nombres pero nunca le dijo como lucían, sabía que había salido con ellas alguna vez pero nunca le contó cómo habían terminado las cosas. No era posible que las siguiera.

-Que si -volvió a hablar Naomi- y seguramente fue tu idea, ¿no?

-Si, seguramente -respondió sarcástico

10:59

Una notificación llegó al celular de Víctor. Se vería con Gabriel al mediodía, pero él ya había reservado el salón, lo esperaba.

Nunca se lo había dicho, pero disfrutaba bastante de su puntualidad exagerada.

-Ya nos hiciste suficiente, ¿no te parece? No necesitamos que ese estúpido nos siga molestado.

La ira que Víctor sintió al escuchar esas palabra lo hicieron dudar quién de las chicas la dijo. Sin darles respuesta alguna, las miró de arriba a abajo, y caminó hacía el salón que Gabriel había reservado. Lo último que alcanzó a escuchar fue la voz de María José en lo que fue casi un susurro: "Típico de Víctor, quedarse en silencio mientras te lastima".

A Víctor no le importaba lo que nadie pensara de él, pero Gabriel era otra historia.

Tomó su celular del bolsillo, vio la hora.

11:03

No quería escuchar a nadie hablando mal de su amigo, lo apreciaba demasiado. Gabriel era diferente a las personas, no estaba seguro de por qué, pero así era, y le gustaba pasar tiempo con él, siempre lo disfrutaba, a pesar de que no lo hicieran tan a menudo, y sentía que lo conocía de una manera especial.

Antes de ir al salón se detuvo en la tienda, compró agua para ambos, no sabía si comprar algo más para Gabriel, él casi siempre llenaba su maleta de comida y no le hacía falta durante el día. "Que lindo es", pensó Víctor, "¿Cómo podía no caerle bien a todo el mundo?"

11:09

Víctor estaba a punto de entrar al salón, por qué empezaba a sentirse nervioso.

Abrió la puerta y de inmediato Gabriel lo miró.

-Hola -lo saludó alegre Gabriel, y sacó una botella de agua de su maleta- Te compré agua.

Víctor solo sonrío. Quizás por eso nunca estuvo demasiado tiempo con ninguna chica. Alzó sus botellas de agua y se las enseñó al chico.

-Hola, pensamos igual.

11:11

Le gustaba Gabriel, estaba seguro. Y se lo pensaba decir ese mismo día.